RELATOS GANADORES CONCURSO MICRORRELATOS TERROR 2019-2020 (organizado por la coordinadora Biblioteca y el Dpto. de Lengua)

Parecía un día cualquiera en el instituto, otro día más lleno de clases y profesores aburridos. Sonó el timbre, pero no había nadie por los pasillos: la gente había desaparecido. Me pareció muy raro, pero no me importó mucho. Me dirigí al baño y de repente sonó la puerta del baño cerrándose con llave. Pensé que era la limpiadora, pero ¿qué hacía allí a las 9AM? Nadie lo sabría. Me quedé encerrada dentro del baño, así que necesitaba encontrar una salida y volver a clase. Un minuto después, las luces empezaron a parpadear como si no hubiese un mañana y noté la presencia de una persona detrás de mí. Cada vez se iba acercando más y más, hasta que me tocó el hombro; sentí un gran escalofrío, me giré y todo volvió a la normalidad, no había nadie y se abrió la puerta del baño. Toda la gente estaba por los pasillos. Realmente no sé lo que pasó, pero el día siguió normal y corriente, como si no hubiese ocurrido nada.

 

 

Parecía un día cualquiera en el insti, hoy miércoles 6 de noviembre nos daban la preevaluación. Estaba en la clase de Geografía e Historia y me dormí porque esa noche me había tomado una bebida energética y no había dormido.

Tuve un sueño muy raro: soñé que estaba en la siguiente clase atendiendo y se apagaban las luces y las ventanas estaban rotas, así que no podíamos abrirlas. Intentamos salir, pero la puerta estaba cerrada con llave. Entonces vi un cadáver y las luces empezaron a parpadear.

Cada vez que parpadeaban moría un compañero. Y cuando solo quedaba yo, vi en frente de mí a una persona con máscara que tenía solo dos agujeros negros; además, la máscara era vieja, iba con capucha verde y sudadera del mismo color. Torció la cabeza, puso el dedo en lo que sería su boca, levantó la mano con un cuchillo y me apuñaló. Al instante, me desperté, estaba en la siguiente clase y decidí atender porque no quería dormirme. Entonces se apagó la luz…

Parecía un día cualquiera en el instituto. El clima otoñal tenía las hojas de los árboles de preciosos colores, el cielo estaba nublado y faltaba poco para que la Navidad llegara.

La clase estaba separada en dos grupos: uno se hallaba en el laboratorio; el otro, en la biblioteca haciendo un examen.

Los del laboratorio hacían un experimento, el cual consistía en tratar de mutar una rana. Después de unas horas sin avance alguno, el profesor se marchó a por unas cosas que faltaban.

Algunos de los compañeros comenzaron a correr y jugar alrededor de la mesa, provocando que esta se tambaleara e hiciera caer una de las probetas se vertiera en el bol con polvos que allí se encontraba.

Una leve explosión causó que los chicos, cegados y mareados por el humo, corrieran fuera de aquella aula.

Tras media hora aproximadamente, todos volvieron a entrar y siguieron haciendo el experimento.

De repente una de las chicas emitió un adolorido grito, asustando a todos. Al observarla, sus compañeros notaron que sus ojos eran negros, sin vida, y al hablar solo se escuchaban horrorosos gruñidos.

Sin darse cuenta alguna todos y cada uno de aquellos alumnos copiaron sus rasgos: todos tenían ojos negros, mirada perdida y soltaban gruñidos. Salieron de aquella clase y comenzaron a vagar por el instituto. Con una leve mordida o arañazo, cada persona que se topaba con ellos terminaba convertida. Convertida en zombie…

Yo estoy de pie en el sótano.

Algo horrible te sigue a todas partes. Mira a tu derecha, a tu izquierda, detrás, al frente, a tus pies, a las esquinas, mira tus manos, pero nunca mires arriba.

Odia que le miren a los ojos.

Estoy bajando por el ascensor. La puerta se abre. Miro al frente, veo cadáveres; miro mis manos, las veo ensangrentadas; miro arriba…, le encuentro a
él.